En la eternidad

Crónicas de una vida en Midgard

Prince

Posted by Jesu en agosto 18, 2005

El genio de Minneapolis lo llaman, y no es de extrañar. Estamos hablando de uno de los músicos con más talentos de la historia y que el que más reacciones contrapuestas provoca (si, si, comparándolas, las reacciones que provoca Marilyn Manson son risibles).

Prince nacido con el nombre de Prince Roger Nelson (Minneapolis, EE UU, 1958) Cantante y compositor estadounidense. Fue el gran renovador de la música negra de su país durante la década de 1980, con grabaciones tan famosas como Purple rain (1984) y Sign ‘O’ the times (1987), en las cuales combinó el funk con la psicodelia y el pop. Músico autodidacto, adquirió gran popularidad gracias a su imagen provocativa y fantasiosa. Ha publicado diversos trabajos bajo los seudónimos de Jaime Starr, Joey Coco, Christopher y Love Symbol, si bien este último se debió en parte a problemas contractuales que le decidieron a dejar de utilizar el nombre de Prince y provocaron que su disco The black album, que estaba listo para salir al mercado, fuese vetado por su casa discográfica y se distribuyera únicamente en edición pirata. Otras obras destacables de su discografía han sido Lovesexy (1988), Batman (1989), banda sonora del filme homónimo, o Diamonds and pearls (1991). A mediados de los noventa abandonó su conocido seudónimo e insistió en ser conocido con el apelativo único de «The Artist».

En 1991 colaboró en la composición de algunas canciones para el álbum Martika’s Kitchen de la cantante Martika. Al año siguiente vino su album conocido como «Symbol» que ya adelantaria su cmbio de nombre (Prince) por el de un símbolo rara fusión entre el masculino y el femenino. Esto ocurrió en 1992, de este album caben destacar la canción «My name is Prince» (canción premonitoria a la postre en la que ya anunciaba que volvería a ponerse el nombre de Prince como hizo a partir del 2003 cuando finalizó su contrato legal con la Warner Bros.

Después apareció el discorecopilatorio de sus 15 años de carrera «The Hits (1993). Más tarde vinieron «Come» (1994), «The Gold Experience (1995)», «Chaos and Disorder (1996)» en el que fuera quizás su disco más rock hasta la fecha si bien carecía de la inspiración compositiva de otras incursiones suyas en este género. Ese mismo año lanzó el sólido triple album «Emancipation (1996)», fuera de la órbita de la Warner que al parecer no le permitía sacar todo el material que Prince producía, con la consabida rebelión del músico que por las fechas salía en todas sus apariciones públicas con la palabra «esclavo». Este disco lo sacó mediante una acuerdo con EMI y para ser un triple se comporto realmente bien en las listas de ventas con singles como «Betcha by Golly Wow!», «The Holy River» o «Emancipation».

A partir de 1997, Prince sufrió una serie de boicots por parte de Warner que en venganza por el desplante propinado por Prince en su contrato que duraba hasta el 2001, presionó a las compañías con las que Prince intentaba llegar a acuerdos puntuales y no de «esclavitud» como el los llamaba.

Así presionó a la cadena MTV para que no editara le editara un disco acústico con sus grandes éxitos, presionó para que no se pudiera estrenar una obra de ballet que estaba preparando Prince para el mayor teatro de Nueva York y otra serie de eventos. La empresa ganó esas batallas y Prince se vio obligado a vivir de conciertos (bastante grandes eso sí, siempre rondando los 15.000 espectadores) y de las ventas de sus fans más acerrimos.

Todo ello unido a la muerte de su hijo que tuvo con su ex-esposa Mayte García (bailarina y cantante), que se produjo a los pocos días de nacer, hicieron que Prince se derrumbara y se metiera en una gran depresión de la que necesito ayuda médica para salir. En este contexto alejado de las listas de éxito y del reconocimiento público (los críticos alentados por la Warner para que ningún músico más tomara ejemplo de Prince a la hora de intentar tomar el control sobre su obra, se cebaron con él en esa época y obviaron toda la realidad que había detrás del alejamiento de Prince de los medios de comunicación de masas, diciendo cosas como que estaba «muero» artísticamente y que había perdido todo su genio).

Finalmente, en ese contexto sacó el «Crystal Ball (1997)», el «New Power Soul (1998)», el maravilloso y monumental «The Rainbow Children (2001)», album que fue aclamado por la comunidad de músicos e instrumentistas por lo sabio de la mezcla de estilos y la producción rica en texturas del disco, que era una obra conceptual a modo de rock sinfónico de los ’70 con grupos como Genesis o King Crimson pero con un sonido jazz-soul-rock.

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